Acabados superficiales

Para soleras

El hormigón desactivado es un tipo de pavimento que se caracteriza por su aspecto rugoso y texturizado. Se obtiene mediante la aplicación de un retardante de fraguado que impide que la capa superficial del hormigón endurezca por completo, lo que permite luego lavarla para revelar la grava y darle un aspecto más natural y rústico.

Además se utiliza la técnica del rodillo, diseñada especialmente para ramplas o pendientes muy pronunciadas consiguiendo una adherencia alta y un acabado rugoso natural.

Este tipo de pavimento es ideal para áreas peatonales, plazas, y espacios exteriores donde se busca un acabado estético diferenciado. El hormigón desactivado no solo es resistente y duradero, sino que también ofrece una amplia gama de opciones de diseño y personalización, lo que lo convierte en una excelente elección para proyectos de construcción y paisajismo.